TERMINA LA TREGUA Y SIGUE LA PESADILLA
Termina la tregua y sigue la pesadilla
Ana Alejandre
Se suma otra acción judicial contra el terrorismo, disfrazado de cualquier otra denominación eufemística como es la kale borroka, "al solicitar a la Ertzaintza que remita las diligencias incoadas a raíz del ataque perpetrado el sábado contra la tumba del parlamentario popular Gregorio Ordóñez, al imputar a ocho menores y tres adultos unos hechos que el tribunal considera terrorismo.
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El punto y final de la "tregua-mentira" –porque ETA seguía rearmándose, mandando cartas de extorsión, amenazando a jueces, robando centenares de pistolas en Francia, animando la kale borroka como sustituto alternativo al compás de espera de su propia actuación durante la mal llamada tregua- lo puso la banda terrorista con la explosión de centenares de kilos de explosivos, aún por delimitar la cantidad exacta, en la T-4 del aeropuerto de Barajas que costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos que tuvieron la mala suerte de estar en el lugar elegido por los etarras para el sonado fin de fiesta de la tregua que puso en evidencia, por no decir en ridículo, al Presidente del gobierno que el día anterior había manifestado públicamente que en cuanto al "proceso pacificador" –en el que no creen ni los propios terroristas que son los que dicen siempre la verdad de todo ese esperpento- "estábamos mejor que el año anterior y en 2007 estaremos mejor que en 2006". Esas palabras fueron acalladas contundentemente por el atentado de Barajas, menos de 24 horas después, como respuesta de los etarras ante el optimismo iluso de quien debía estar mejor informado de la marcha de un proceso auspiciado, iniciado y cacareado por el propio ZP que demostró, una vez más, que no sabe de lo que habla y de ahí sus continuos "donde dije digo, digo Diego", lo que volvió a poner en práctica cuando afirmó horas después de cometido el atentado y ante el clamor popular que "tendría consecuencias", aunque no dijo nunca de forma expresa que el proceso negociador quedaba roto, lo que sí afirmó Rubalcaba, quizás ante la presión mediática producida por la indefinición continuada sobre dicho asunto por parte del propio Presidente del Gobierno.
Curiosamente, en diversas alocuciones públicas en días posteriores al atentado, ZP se refirió a éste como "accidente", ante el estupor de unos y la indignación de otros, lo que es un dato curioso que ofrece aún más sombras sobre "el proceso de paz"que, roto sin ningún tipo de dudas por el salvaje atentado, sin embargo aún aleteaba en la mente de Zapatero su seguimiento solapado y desde luego no ante los fotógrafos, como afirmó días más tarde Ibarretxe, es decir bajo cuerda y sin dar mayores explicaciones, lo que es una forma evidente de demostrar lo que el PSOE entiende por actitudes democráticas y de respeto al Estado de Derecho en el que convivimos, a pesar de los intentos de los terroristas, nacionalistas y demás aliados para que se convierta en un Estado bananero donde prime más la opinión de separatistas y nacionalistas a ultranza que la de los ciudadanos que votaron, siguiendo las reglas del juego democrático, a quienes parecen estar deseando cargarse todas las reglas y sacarse un as de la manga cuando le convenga y sin dar mayores explicaciones.
Por supuesto, añadieron entre otros disparates que no iba a entablar ningún tipo de diálogo el Gobierno con el partido en la oposición, por no considerar al PP un interlocutor válido para hablar sobre el proceso pacificador y el fin de la violencia, por su continuo obstruccionismo, en una alarde de cinismo al que nos tiene acostumbrado el PSOE. Es sarcástico que, sin embargo, al interlocutor que le parece válido y adecuado para dichas negociaciones sobre el fin del terrorismo es a la propia ETA, olvidando que el PP encarna los votos de muchos millones de ciudadanos y que tienen el derecho a dialogar con el Gobierno sobre lo que está haciendo con un país, España, que no es patrimonio particular del PSOE ni de sus socios y al que está dispuesto a "pacificar" hablando, precisamente, con el que pone los coches-bombas o el tiro en la nunca y no con un partido democrático que está siendo el único que mantiene el sentido común, la decencia y el juicio en todo esta pesadilla en la que se ha convertido el Gobierno actual ante el estupor de la ciudadanía, votante o no del PSOE, que no sabe ya qué pensar, ni a quién creer, oyendo al Presidente hablar de "consecuencias" a raiz del atentado, en referencia a la ruptura de las negociaciones y,a continuación, oyendo a Otegui decir con su sonrisa de lobo que se relame de gusto que las negociaciones seguirán pese a todo cuando esté el ambiente más tranquilo, es decir, cuando"las aguas vuelvan a su cauce" y en la clandestinidad se sigan manteniendo las mismas conversaciones a las que se niegan públicamente, en una dualidad vergonzosa que le quita credibilidad al Gobierno y esperanza a los ciudadanos de conseguir no sólo pacificar a ETA -que como toda banda terrorista persigue unos fines claros, determinados e irrenunciables para la organización y que sólo se "apaciguará! cuando los haya conseguido a través de la extorsión y el chantaje terrorista-, sino de creer y entender al Gobierno del PSOE y sus estratagemas para confundir a tirios y troyanos, mientras afirma una cosa y hace la contraria, dejando al ciudadano de a pie con la sensación de que le están tomando el pelo unos y otros, pero a quienes menos se lo perdona es a quien representa al Gobierno y es, por ello, quien debería velar para que la ley sea el único norte y referente para cualquier proceso político, llámesele como se le llame, pero respetando las reglas del juego democrático y siempre "con luz y taquígrafos" que es el requisito sine qua non de toda democracia que se precie y sea digna de llamarse así.
El único soplo de aire fresco entre tanto hedor a trapisondas y chanchullos es el que ha ofrecido la Audiencia Nacional al negar, por ocho votos contra cuatro, la excarcelación a de Juana Chaos, que permanece en huelga de hambre, voluntaria y renunciable como todas, para conseguir que le mandasen a casa a pesar de los veinticinco asesinatos que tiene en su haber –no en su conciencia que ésa no se le supone- y que seguirá en la cárcel, bajo vigilancia médica como es normal en estos casos, para cumplir la prisión preventiva hasta que se dicte la sentencia correspondiente. Sería ya algo inadmisible para los ciudadanos aceptar que un asesino semejante recibiera la excarcelación por el chantaje de la supuesta huelga de hambre que, en caso de haber conseguido su propósito, hubiera creado un precedente no sólo para los presos de ETA, sino para cualquier delincuente común que viera que esa posibilidad se le abriría con el solo hecho de iniciar y mantener un huelga similar como forma de evitar la prisión y el cumplimiento de su condena. Los jueces han hecho justicia que es la labor y el fin que tienen encomendados, sin atenerse a "intereses políticos", ni a presiones ajenas a su propia labor de administrar justicia.
Se suma otra acción judicial contra el terrorismo, disfrazado de cualquier otra denominación eufemística como es la kale borroka, "al solicitar a la Ertzaintza que remita las diligencias incoadas a raíz del ataque perpetrado el sábado contra la tumba del parlamentario popular Gregorio Ordóñez, al imputar a ocho menores y tres adultos unos hechos que el tribunal considera terrorismo.
El departamento vasco de Interior informó en un comunicado de que tras identificar a ocho menores como presuntos causantes de los daños causados a los ornamentos de la tumba de Ordóñez, este domingo han sido identificados otros tres adultos por su supuesta participación en los hechos.
El ataque tuvo lugar hacia las 16.20 horas del sábado, cuando una patrulla de la Ertzaintza que acudía al barrio donostiarra de Egia, donde unos violentos habían cruzado en la calzada varios contenedores de basura, observó la sospechosa presencia de unos jóvenes en las inmediaciones del cementerio. Al parecer, un grupo de adolescentes vigilaba la entrada del camposanto por si aparecía la policía, mientras otros menores pisoteaban las flores que la víspera habían sido colocadas sobre el panteón de Ordóñez en un homenaje al que asistió, entre otros, el ex presidente del Gobierno José María Aznar.
La intervención de la policía impidió que los daños fueran mayores y permitió a los agentes dar alcance a ocho menores que fueron identificados en comisaría y puestos seguidamente bajo la custodia de sus padres por orden de la Fiscalía de Menores, a la espera de que sean citados por el juez.".
Esta información facilitada por El Mundo, con fecha de hoy, pone de manifiesto que el terrorismo es el mismo en sus muchas facetas o rostros, porque en este caso va dirigido contra la tumba de un asesinado por ETA, al que no dejan descansar en paz ni siquiera después de muerto, lo que califica no sólo a los hechos sino a los malnacidos que los llevan a cabo para el que no caben más palabras que no vayan acompañadas de las correspondientes actuaciones policiales y judiciales contra esa manada de lobos rabiosos que han convertido a la propia Euskadi y a la vida nacional en un infierno que intentan "pacificar" a costa de chantajes, amenazas, atentados y asesinatos.
A todo lo anterior la ciudadanía sigue preguntándose, sin obtener respuesta porque ZP sólo hace crear dudas, enigmas y misterios irresolubles, si las negociaciones siguen o no, aunque todo hace sospechar que siguen viento en popa a toda vela y sin hacer ruido alguno; y, sobre todo, quiere saber qué ofreció el PSOE en esos "compromisos adquiridos" que la ETA le recuerda continuamente ante la negativa constante del Gobierno y la vergüenza de todos los españoles ante las evidentes contradicciones de quienes deberían ofrecer claridad y transparencia a los ciudadanos, quienes nos fiamos más de lo que dicen los terroristas, por la propia dinámica de los hechos que siempre le dan la razón a la banda, que de lo que dicen Zapatero y sus ministros que, a fuerza de fabular, están empezando a creerse sus propias mentiras y a intentar que nos la creamos los ciudadanos que ya no nos fiamos ni de unos ni de los otros, porque los primeros con los votos quieren hacer encaje de bolillos y meter a España en el dibujo pergeñado por sus socios, aliados o compadres; y los otros porque son los que siempre, por un motivo u otro, terminan dándonos razones explosivas, sangrientas y mortales para no poder olvidar que estamos ante unos terroristas, es decir, asesinos, y que con interlocutores así nos vamos todos a la mierda, pero da igual que sea con acuerdos y sin ellos, porque quienes están delante como" interlocutores válidos" y "hombres de paz" –así calificó Zapatero a Oteguí demostrando el extraño, sarcástico y hasta infame sentido que tiene para él dicha palabra- siempre son los que marcan las cartas y el ritmo del juego, amenizándolo con el sonido de las pistolas y de los coches-bombas porque tienen muy mal perder, a pesar de que son siempre los interlocutores en las negociaciones de marra los que terminan perdiendo la vergüenza, ka dignidad y la decencia, además de haber perdido ya casi mil vidas y otras doscientas que no entran en las listas oficiales de muertos por ETA.
Lo único que no debería perder el Gobierno, éste y los siguientes, es la memoria para no olvidar nunca con quién se está jugando los cuartos. Es como para no olvidarlo y a los muertos tampoco.
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