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UN GRAVÍSIMO ERROR POLÍTICO

                                                                                              
El veto de C’s a  apoyar al Gobierno en la convalidación del decreto ley que permitiría cumplir con la normativa de la UE en la estiba ,es un gravísimo error político.

La aprobación  de los Presupuestos Generales del Estado es un escollo a salvar por el Gobierno con ayuda de Ciudadanos. No hacerlo sería un error aún más grave y perjudicial para los intereses de la nación

La reciente negativa de Ciudadanos de apoyar al Gobierno en la convalidación del decreto ley que permitiría cumplir con la normativa de la UE en la estiba es un gravísimo error político y nocivo para los intereses de España que tendrá que pagar –tendremos que pagar los españoles-; y pone en entredicho la actitud de Rivera y su partido que, con una ambigüedad e incongruencia inquietante, apoya la investidura de Rajoy, por una parte, y le niega el apoyo en la primera ocasión que se le pone por delante en una cuestión tan importante como es la regulación de la estiba que, además, al no llevarse a cabo incumple la normativa de la UE y tendrá que pagar una importante sanción por ello.

Hay que tener en cuenta que la resolución de la Unión Europea para la liberalización de la estiba es imperativa y no admite negociaciones. Su incumplimiento lleva implícita una multa diaria de, aproximadamente, 150.000 euros, que deberemos pagar todos los españoles y no se debe olvidar que las multas de la UE se pagan siempre y sin excepciones. La forma de pago de las multas es a través de transferencias a la cuenta corriente de la Comisión Europea y se consignan como tales en los Presupuestos Generales del Estado y forman parte de los ingresos propios del ejecutivo de la UE, que se suman a las multas que se imponen a las empresas privadas, derivadas de los conflictos de competencia. El carácter de la sanción es eminentemente coercitiva para obligar a los Estados miembros a que cumplan las leyes comunitarias y no tiene como prioridad cobrar multas que sólo es el resultado del incumplimiento de las normativa de la UE por los países miembros.

La UE sólo trata con los Estados y no con los diferentes niveles políticos de las distintas Comunidades. Por lo tanto, si una Comunidad no cumple sus obligaciones comunitarias, la sanción la paga el Estado central y, por ende, los ciudadanos de todas las Comunidades, tanto de las Comunidades  que sí han cumplido con sus respectivas obligaciones, como de la que ha incumplido dichos deberes, sin tener en cuenta que no tienen culpa de la falta de cumplimiento por parte de la Comunidad en cuestión que haya sido penalizada. Después, el problema de si el Estado consigue que se le revierta lo pagado o no, son cuestiones que no afectan a la UE ni se preocupa de ellas.

Todo el perjuicio económico que ha causado  la negativa de C’s de apoyar al Gobierno, absteniéndose ,en una demostración de falsedad y falta de responsabilidad que favorece un ambiente de inestabilidad y confusión política muy poco apropiada a un período preelectoral, pero sí apropiado a los intereses de los partidos de izquierdas que están queriendo desestabilizar al Gobierno, aunque sea poniendo en peligro la difícil salida de la crisis, lo que beneficiaría a los intereses de los partidos autotitulados “reformistas” y “progresistas”, pero no a los de los ciudadanos que tendremos que pagar la multa impuesta. Esto es incoherente en un partido como Ciudadanos que se considera un pilar fundamental de la estabilidad política. Además, lo más preocupante es que esta falta de apoyo pone en peligro el buen funcionamiento de los puertos más importante y claves en el abastecimiento de toda la nación española; y esto no es sólo  gravísimo desde el punto de vista económico, sino que es una cuestión de Estado fundamental que puede ser el origen de una crisis de importantes consecuencias que nos afectaría a todos.

Lo peor de esta cuestión es que la noche anterior sus portavoces anunciaron que votarían a favor en el Congreso y, después, hicieron lo contrario. C’s pone así el acento en su falta de coherencia, en el nulo valor de sus promesas y en su propia incapacidad política y falta de responsabilidad que quedan en evidencia con esta acción contraria a sus palabras y, lo que es peor, a los propios intereses españoles. Y aún más chocante es que ha ido contra su propio programa que anunciaba el fin de la estiba tal y como la conocemos hoy. Ha sido un acto táctico y partidista, ajeno a los principios liberales que dice defender y que demuestra su veleidad política por la que quiere agradar a tirios y troyanos, negándole su apoye a su aliado y dándole la victoria a la oposición; quizás, porque escucha los cantos de sirena del PSOE representado por el sector sanchista y su infumable representante que, si saliera elegido de nuevo como Secretario General de su partido, sería lo mismo que la firma del acta de defunción del PSOE como tal.

¿Qué pueden esperar los votantes de Rivera si no es capaz de cumplir sus promesas programáticas? ¿Qué puede esperar Rajoy y su Gobierno de las promesas de Rivera de apoyar a los Presupuestos Generales del Estado ante tal cambio de opinión imprevisto y falaz que ha demostrado en el caso de la estiba? El partido naranja se autocalifica de ser un partido que lucha por la estabilidad política, aunque sus hechos, como en el caso de la estiba, lo niega totalmente y recuerda el ambiente de crispación, bloqueo e inestabilidad que había antes de ser proclamado Rajoy Presidente del Gobierno, a pesar de haber ganado dos veces las elecciones, la segunda aumentando considerablemente los votos, aunque sin conseguir la mayoría absoluta.

El gobierno aceptó negociar en puntos concretos favorables a los estibadores que serían la continuación de una situación privilegiada que no tienen parangón con ningún otro colectivo laboral. Entre dichos privilegios se encuentra la jubilación a los cincuenta años y con altísimas pensiones que son comparables al  sueldo de un ministro, lo que es inaudito e inexistente en el ámbito laboral de otras profesiones. 


Ante la situación de duda y reticencia al posible apoyo de los PGE que ha creado Ciudadanos con su promesa incumplida anterior, se abre la duda razonable de que el supuesto aliado del Gobierno con su Secretario General a la cabeza, pueda cambiar de opinión nuevamente, instado e influido por Sánchez y el sector que representa del PSOE –tan nefasto tanto para el país como para el propio PSOE que sigue a la baja y perdiendo votos elección tras elección-, sólo cabe esperar que Ciudadanos se de cuenta del peligro que representa no apoyar al Gobierno de Rajoy en la aprobación de los PGE y hacer caso a los cantos de sirena de Sánchez que ya está instando a Nueva Canarias para que vote no a los PGE, lo que pone de manifiesto la falta de responsabilidad política, sentido de Estado e incapacidad para liderar a un gran partido como el PSOE, que es el primer interesado, en una gran mayoría de sus mandos y bases, para quitarse de encima a Sánchez, figura siniestra de un político peligroso para los intereses generales y, también, para el propio PSOE Si C’s no apoyara a la aprobación de los PGE, crearía una situación de inestabilidad, crisis, y graves perjuicios para todos los ciudadanos de la que sería responsable y de la que los españoles le  pasarían  factura en las urnas y en el rechazo a un partido que no sabe cumplir con su deber, su palabra y su responsabilidad inexcusable.

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