DESCUBRIENDO LA VERDAD
Desde antes de llegar a formar
Gobierno Pedro Sánchez y su acólito, Pablo Iglesias, habían manifestado su
deseo de acabar con la Monarquía en España, en un acto de soberbia, prepotencia
y falta de respeto a la gran mayoría de los españoles que no comparten esas
ideas revolucionarias y republicanas y, menos aún, que provengan de quienes
forman parte del Gobierno de España, en un acto insólito y vergonzoso que no se
conoce en otros país de Europa por la identidad de los “revolucionarios” que
quieren hacerlo desde el poder y no contra él, en un contrasentido lógico que
escandaliza a cualquier ciudadano sensato, ya que la Monarquía no es un
problema a resolver para los españoles, que sí están preocupados por el
horizonte de ruina económica que tenemos delante, acosados por la pandemia del
coronavirus que ha echado al traste el presente y el futuro inmediato de muchos
españoles y pone en peligro, más o menos cercano, al de otros muchos que ya no
se sienten seguros en el presente con las negras perspectivas que se vislumbran
en el horizonte.
Y para conseguir esta
conversión de España de una Monarquía Parlamentaria a una república y dictadura
bolivariana, lo intentan, quienes forman el Gobierno. y para no asustar a los
ciudadanos proponen una reforma constitucional a la medida de sus intereses y
propósitos que son siempre con vistas a instaurar la República,. Esta propuesta
de reforma constitucional la justifica Sánchez "para revisar los
aforamientos de los cargos públicos para que estén circunscritos a su actividad
parlamentaria y no a otra". Por tanto, subraya El Presidente del Gobierno en una reciente entrevista, "creo que si
eso lo defiendo para cualquier cargo público, lógicamente también para el jefe
del Estado". El aforamiento permite a diputados y senadores ser juzgados
por el Tribunal Supremo en cualquier proceso contra ellos, independientemente
del delito cometido.
Todo ello, para intentar
llevar ante el Tribunal Supremo al Rey Emérito, Juan Carlos I, acabando así con
la inviolabilidad del Monarca, para que dé cuentas de los 65 millones de euros
que el Rey Emérito recibió del monarca saudí por llevar el AVE a la
Meca, en concepto de supuesto comisión que no declaró a Hacienda, cuestión esta
que se está investigando en los
tribunales, según aseguran fuentes de su entorno que admiten también el error de ocultar esta cantidad a
la Agencia Tributaria. Todo este asunto salió a la luz tras conocerse
que don Juan Carlos no ha pagado impuestos por el dinero que tenía en
un banco suizo y que firmó de su puño y
letra el acta de creación de la sociedad opaca en la que se ingresó el dinero pagado por el monarca saudí. Sánchez
ha asegurado que dichas informaciones son "Inquietantes" y
"perturbadoras"
El Gobierno, con gran cinismo,
y convirtiéndose en Juez y parte sin que haya una Sentencia que confirme la
culpabilidad del Rey Juan Carlos I, pues toda acusación hay que probarla ante
los Tribunales, afirma que esta pretendida reforma constitucional la quiere
llevar a cabo para frenar el deterioro de la Corona y, para ello, diferencia el
perfil del Rey Felipe VI del de su padre, sentenciando así como culpable al Rey
Emérito sin que ningún Tribunal se haya pronunciado al respecto.
El derecho a la presunción de inocencia,
derecho reconocido constitucionalmente, se lo salta el Presidente del Gobierno,
exceptuando cuando se refiere a los hechos protagonizados por él mismo, los miembros de su ¿gobierno? o
afines al PSOE, sobre cuestiones probadas públicamente con documentación y
pruebas fehacientes, como es el caso del vergonzoso plagio de la ,tesis
doctoral del Presidente del Gobierno que no solo no dimitió por vergüenza y
dignidad al verse descubierto, sino que,
con el cinismo acostumbrado en él, negó tal acusación, a pesar de las
innumerables pruebas. Aunque sí hizo dimitir a una de sus Ministras, acusada
del mismo acto de plagio. Como siempre en Sánchez la Ley se debe aplicar a los
demás, pero nunca a sí mismo
El presidente calificó, hace
pocos días, las últimas informaciones sobre Juan Carlos I de
"inquietantes" y aseguró que "nos perturban a todos".
Y a continuación agradeció que la Casa Real esté "marcando
distancias", refiriéndose a que Felipe VI renunció a la herencia de
su padre y le retiró la asignación para sus gastos recogida en los
presupuestos. Ahora comienza a discutirse sobre la caducidad de la
inviolabilidad constitucional, en un intento manipulador y cínico ”para
proteger a la Monarquía”, todo esto a instancia de un republicano convencido
que quiere llegar, paso a paso, y sin despertar alarma en el pueblo, hasta abrir
una brecha cada vez más grande con
la que poder ir acabando don todos las
defensas de la institución monárquica que es el pilar de la continuidad y la
unión de los pueblos de España, y con todo lo que signifique tradición y
respeto a la Historia de España. -a la que quieren convertir el Gobierno de
Sánchez y sus aliados de la extrema izquierda, entre los que se cuentan los
proetarras, los separatistas, los nacionalistas y toda esa caterva de gente de
tanto fuste xenófobo, chequista y terrorista-, en una república bolivariana y
una dictadura totalitaria, es decir, en todo lo contrario a una democracia.
No nos engañemos, lo que
quieren no es proteger a la Monarquía, atacándola con esta propuesta, sino una
fórmula legal para ir socavando, poco a poco, las defensas constitucionales,
legales y políticas de la institución monárquica para acabar con ella,
convenciendo así de forma paulatina a los españoles de que es un bien para el
país hacerlo, porque es una institución obsoleta y desprestigiada (por el
propio Gobierno de España, caso insólito)..
Es decir, hacer una revolución
no con las armas y la violencia, sino desde los despachos oficiales, cambiando
las leyes para adecuarlas a sus oscuros propósitos. De esa forma pretenden no
encontrar ningún reparo u obstáculo en el pueblo para llevar a cabo sus fines,
esperando que se pueda “tragar” toda la ofensiva contra la figura del Rey
Emérito, y por ende, y cuando le llegue su turno, del Rey Felipe VI, lo que
sería el final de la Monarquía,
Habría que preguntar al
“inquieto” y “perturbado“ Sánchez, si no siente la misma inquietud y
perturbación por las informaciones publicadas, entre otros medios, en
Periodista Digita, el 6 de julio del presente año, en la sección “Política/Gobierno”,
titulado “Los
nexos turbios e ilegales entre el Gobierno de Sánchez y el régimen de Nicolás
Maduro”, y otra anterior, también publicada en dicho
periódico e igual sección, el 27 de junio pasado, titulada “Caos
en Moncloa: Sánchez teme que el Fiscal General de Estados Unidos ordene detener
a Zapatero e Iglesias”, de las
que se acompaña vínculos a dichos artículos.
Dichas dos investigaciones
están relacionadas entre sí, Estas noticias sí que deberían inquietar a Pedro
Sánchez, ya que es muy grave que se estén investigando las conexiones de altos
miembros del Gobierno que él preside, por sus evidentes relaciones con el
régimen de Maduro y el blanqueo de capitales en España supuestamente procedentes
del narcotráfico; acusaciones gravísimas que puede dar lugar a la orden del
Fiscal General de Estados Unidos a la detención de personajes como José Luís
Rodríguez Zapatero, y Pablo Iglesias, Vicepresidente del Gobierno (para
vergüenza de todos los españoles).
La detención de ambos
personajes, podrían tardar solo unas semanas, porque el dosier que tienen,
tanto el FBI como la DEA (Agencia Estatal Antidroga de los Estados Unidos) es
impresionante contra estos dos políticos de tristes figuras. Uno ya apartado de
la política activa y que dejó a España en la ruina, negando la realidad de la
misma; y, el otro, todavía en la política activa que ha demostrado la posible transformación
de un vallecano que se ufanaba de vivir en ese barrio (lo cual le honraba), a
vivir en un chalet de alto standing, haciendo así verdad que el progresismo que
él siempre proclamaba del Gobierno PSOE/Podemos, era verdad en cuanto a sus
miembros. porque son los únicos que han progresado. Ahora, Iglesias representa
la patética imagen, cutre y hortera , de nuevo rico, ufano de su cambio de
estatus y posesiones, Al igual que su patrimonio ha aumentado, su carácter
dictador e intolerante también lo ha
hecho, así como se han acentuado sus
descalificaciones contra los periodistas críticos y contra todo aquello que no entre en sus fanáticas
ideas marxistas a las que contradice con su nueva vida, en esa incoherencias
tan típicas de las izquierdas.
Es por ello que el deseo de
quitarle la inviolabilidad al Rey Emérito por su supuesto fraude a Hacienda, es
un intento de echar una cortina de humo
y de distraer la atención de los españoles para que no presten atención al
verdadero escándalo que sería la posible detención de Rodríguez Zapatero y
Pablo Iglesias, cuyo hecho sería el
detonante que hundiría al PSOE, y demostraría a los incautos que les votan, la
clase de políticos que están desgobernando España en estos momentos y que
reciben el repudio de muchos españoles por sus turbios manejos, comprando votos
a base del dinero que España no tiene, hipotecando el futuro de los españoles
con su dispendio, su falsa generosidad interesada y sus extrañas y peligrosas
relaciones con regímenes como el de Maduro y sus posibles conexiones con el
narcotráfico.
Eso sí que preocupa a los
españoles, Al igual que vencer al coronavirus y a la crisis económica que esta
trae consigo. Y esto no preocupa demasiado al Ejecutivo que primero sacó a
Franco de la tumba y, ahora, quiere sacar al Rey Emérito de La Zarzuela, e ir
desmontando a las instituciones, una a una, en una guerra silenciosa e
incruenta para que los ciudadanos no nos demos cuenta,
Y, mientras, muchos españoles
siguen pensando que tenemos un Gobierno “progresista” que recibe maletines,
desde Venezuela, para custodiarlos en el Banco de España, aunque no serán tan
ingenuos como para esperar que repartan el contenido con los más necesitados…
Esperemos que se descubra la
verdad sobre el dinero no declarado del Rey Emérito, y sobre todo se averigüe
la verdad de cuáles son las verdaderas relaciones del Gobierno español con el
régimen venezolano y el narcotráfico. Y que paguen los culpables, sean quienes fueran.
Aunque si detuvieran a Zapatero e Iglesias, les juzgaría un Tribunal americano,
mucho más implacable, intransigente y con leyes más duras que las que tenemos
en España. Al igual que sus prisiones, A mayores delitos, mayores penas.